EL PEGASO EUROPA DE ANGEL LUIS YUSTE

 

La relación de la familia Yuste con los camiones se remonta a nuestro abuelo paterno Alfredo el cual ya los conducía años antes de la Guerra Civil española y muy especialmente durante esta. En el pueblo fue conocida su inventiva por armar un camión con los restos de una campa de vehículos militares que quedó establecida durante algún tiempo en el término municipal. Por eso, en nuestra casa siempre nos han sonado nombres como el Ford de pedales o el Chevrolet, entre otros. Obviamente fueron vehículos que no llegamos a conocer.

La segunda generación fue nuestro padre Ángel. De él nos llegan las evocaciones de los Hispano-Suiza y de diversos vehículos de la época, pues su dedicación fue exclusiva con los camiones, además de realizar el Servicio Militar en este cuerpo. Con otros dos socios, allá por los años sesenta adquirieron un Nazar de segunda mano, que por lo que he oído repetidamente les salió desastroso (era coger un bordillo y partirse el palier). De él guardo recuerdo porque tenemos diversas fotos familiares y la imagen que más presente tengo era la decoración leopardo (o parecida) de la cabina. El trabajo se incrementaba (era la época del desarrollismo español: años sesenta a setenta) y adquirieron dos Pegaso Comet, con la pintura exactamente igual al Europa que ya conocéis. Con estos fue con los que aprendimos a conducir en casa; antes con un camión que con un coche. Y ya sabes lo flamenco que se ponía uno cuando hacía su entrada en el pueblo al mando del Pegaso. El problema era meter la sexta, pues había que levantarse un poco del asiento y ladearse a la derecha para encajarla correctamente en su posición. El transporte que realizaban era general (áridos, frutas, verduras, estiercol…), y ya se atrevían con rutas a Madrid o Barcelona. Si mi abuelo ya era conocido como Alfredo el del camión, mi padre tuvo a gala poseer el “camión del pueblo”; pues sirvió muchas veces como espacio para que tocara la orquesta en las verbenas de las fiestas del pueblo, o para las romerías…

Pero el gran cambio ocurrió en 1978 cuando adquirieron el Pegaso Europa. Más alto, más grande, más largo, más… todo. Con su cambio de bola, que ya empecé a manejar con diecisiete años, su freno eléctrico, su basculante telescópico… y su dirección asistida. Ahí era nada nuestro Europa, que se estrenó ese mismo verano con un reparto de piensos por todo Teruel y carga de alfalfa triturada en El Bayo (Zaragoza). Los años pasaban, los socios se hicieron mayores, los hijos estudiamos una carrera y le llegó el tiempo de jubilarse tanto a mi padre como al Pegaso. El Pegaso un día dejó su sitio en la cochera, y nos abandonó. En ese momento lo lamentamos, pero fue una decisión unilateral; aunque tampoco sabíamos el uso para destinarlo. Pasaron los años y alguna vez lo veíamos y, claro, nos daba el día… Ya no era nuestro. Alguna vez mi hermano y yo dábamos alguna vuelta por los desguaces de la zona, para saciar nuestra ansia de Pegaso hasta que observamos que los cometas cada vez eran más raros. Las buenas cazas eran en invierno cuando salían a faenar los naranjeros, y más de una vez hacíamos una seguida de sus rutas. Pero los cometas ya no corrían, ahora eran cabinas cuadradas, y más recientemente ni estos.

Con la entrada en Internet supimos cosas nuevas. Que los camiones se podían recuperar, se podían matricular históricos…y que nuestra pasión no era única; era compartida por decenas de “locos” en toda España. Llegamos a tiempo, casi en la prórroga. Localizamos el Europa, después de diez años y ni cortos ni perezosos nos hicimos con él. Estaba bastante castigado, pero podía circular. Lo trajimos, de nuevo, a su hogar habitual del que nunca debió salir y empezó la aventura de ponerlo al día. Contactamos con un club de automóviles clásicos de Valencia y el Laboratorio de Automóviles de la Universidad Politécnica de Valencia (para la ficha reducida y el informe técnico), pasamos a catalogarlo a la Consejería de Industria y de ahí a la ITV. Con todos estos documentos vino el momento de solicitar a Transportes el Certificado de Transportes. Después de muchas trabas y desaveniencias conseguimos la exención de la tarjeta de Transportes. De aquí andamos a la Jefatura de Tráfico y el siete de mayo de 2010 nos expidieron el Permiso de Circulación histórico. El Europa podía volver a rodar de nuevo, y lo va haciendo. Ahora que ya está de nuevo en casa, son muchos los vecinos, sobre todo aquellos de mediana edad, que se acercan a interesarse por esta “resurrección”. No en baldes tuvo su categoría como “el camión del pueblo”.

Angel Luis Yuste Navarro

 

 

video de su primrera salida

 

 

 

Gracias Angel por tu colaboración en esta web mostrando la historia y la restauración de vuestro Pegaso Europa, espero que podais disfrutar mucho del camión. Habeis hecho un trabajo estupendo es un gran vehículo industrial, uno de los más duros que construyó ENASA-PEGASO.

Gonzalo

Angel Luis nos manda las últimas fotos que le ha realizado al Europa,despues de hacerle algunos retoques de la estructura de la caja

 

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