PEGASO
1063
El Pegaso 1063 más conocido como el tres ejes ó
doble dirección con cabina tipo "Barajas".
El Pegaso 1063 es sin duda uno de los más
emblemáticos exponentes de la industria del transporte de mercancías en España.
Muchos han sido los transportistas tanto autónomos como flotistas
que tendrán recuerdo de este camión.
Estos vehículos de tres ejes con los dos
delanteros directrices entraron en funcionamiento en 1964, año en que empezaron
a circular con los Pegaso con motor de 200 CV.
Anteriormente, la mayor potencia suministrada por esta marca era de 165 CV. A
2000 r.p.m. y que se instaló en vehículos de dos ejes
aunque con igual tipo y tamaño de cabina.
El
motor que usaban más comúnmente este camión era el 9105 que también fue
utilizado en los numerados como 1061 ( 4x2), 1066
(8x2) y en algunas de las primeras cabezas tractoras que Pegaso lanzó al
mercado. Se trataba de un motor de 6 cilindros en línea, con un diámetro de
Sobre
los frenos decir que las primeras unidades que se pusieron en venta estaban
carentes de tambores de frenos en el segundo eje directriz algo bastante
absurdo sobre todo en un vehículo como este capaz de cargar hasta 16 Tm y con un PMA de
26 Tm. En poco tiempo se dotó a este camión de freno
de tambor en todos su ejes. El freno de mano era de
los denominados de "chicharra" de accionamiento manual muy usado
también en los comienzos en otros vehículos de la marca como los Pegaso Comet y los Súper - Comet.
La caja de cambios es la clásica de Pegaso
durante varias décadas, desde los primeros Pegaso II (Z-503) con motores
derivados de los Hispano Suiza de 6
cilindros de gasolina hasta los 1080 con motor de 260 CV. aparecidos en 1972.
Entrando más en detalle habría que decir
que esta caja de cambios disponía de 8 relaciones hacia delante sin sincronizar
y estaba montada separada del motor y su potencia se transmitía al cambio por
medio de una trasmisión primaria con flectores de
goma entre el motor y el cambio.
Importante sobre este tema sería el
destacar que el tipo de cambio que se usaba en aquella época usaba dos
palancas; una situada en el suelo de la cabina, junto al lado derecho del
asiento del conductor y para el
accionamiento de la caja principal y otra en la caña de la dirección, bajo el
volante, para accionar la reductora. Estas dos palancas condicionaban la manera
de conducir ya que algunas veces era necesario soltar el volante porque hacían
falta las dos manos para manipular el cambio de marchas.
Con el tiempo hizo su aparición el famoso
" cambio de bola ", sistema que permitía manejar todo con una sola
palanca. Esta seguía accionando el
cambio principal, mientras que la reductora funcionaba por medio de un pistón
neumático cuyo control se realizaba a través de un selector con forma de bola
integrado en la empuñadura de la palanca. Hay que decir que se convirtió en
toda una habilidad para los transportistas el correcto uso de este tipo de
cambio dado que su mal uso provocaba en
la mayoría de los casos, continuos
"rasconazos" en la caja de cambios
que se evitaban con una adecuada sincronización del llamado "doble
embrague".
En la imagen superior un Pegaso 1063 del
año 1968 con una cisterna para el transporte de aceite de oliva.